Mi nombre es Alma María, aunque casi todas las personas me conocen como Alma. Mi trabajo es completamente vocacional, no sabría hacer otra cosa. Empecé a los catorce años como monitora y he ido formándome y trabajando con muchas y muy diferentes entidades y personas, centrándome en el ámbito de la familia y la violencia. Todas las personas nacemos del fruto de una unión, unas veces es fruto del amor y otras de la violencia. El fin de esa violencia, es lo que me ha traído hasta aquí...